Cuando abrió el Museo de TATE Modern en el 2000, nadie podía prever que esa antigua central eléctica en desuso, bello ejemplo del art-deco industrial firmada por el arquitecto Giles Gilbert Scott, iba a convertirse en un auténtico imán del público. Hoy en sólo diez años, la vieja central puede presumir de ser el museo de arte moderno más visitado del mundo, con más de 45 millones de visitantes desde su inauguración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario